Monday, February 13, 2017

Desasosiego viajero

Hace unos días que me encuentro intranquilo, inquieto, desasosegado y ando en busca y captura de la causa de esta sensación y creo que he dado con ella.

Después de un mes de viaje, cada día consiste en pensar qué visitar, visitar, buscar dónde dormir, planificar el siguiente destino, hacer cuentas de gastos, escribir mails a posibles alojadores, buscar wifi, un enchufe para cargar el móvil, un lugar donde comer que sea rico y barato, visitar museos, monumentos, subir montañas, conocer gente, tomar una cerveza con ellos... En definitiva actividades que permiten seguir adelante y aprovechar al máximo el viaje. De la mayoría de estas actividades suelo apuntar ideas que desarrollar,  referencias que investigar, artistas sobre los que quiero saber más, libros que leer...

En definitiva el viaje es como un proceso de siembra en el que no encuentro el momento de recoger los frutos de lo que crece. Únicamente cuando estoy encerrado en un autobús encuentro el momento de cautiverio voluntario en el que no tengo que visitar nada ni nadie me va a pedir cuentas de lo que haga y es ahí donde me viene la inspiración y la pulsión creativa, donde la tierra se prepara para ser sembrada otra vez en la ciudad o pueblo donde me baje. Sin esto siento el viaje como una sobreproducción de alimento para el alma que no soy capaz de procesar.

Total, que el bus está llegando a San Miguel de Allende y una hora de bus es poco como para escribir una entrada decente, así que me centro en el metaviaje.

1 comment:

  1. aqui os esperamos con un sofá y un patio con sol para que digieras los dos meses.

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